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Envolventes arquitectónicas frente al mar. CAPÍTULO I

Comenzamos con el primer capítulo del artículo elaborado por Gustavo Díaz García y Lucas Díaz Sierra sobre “Envolventes Arquitectónicas frente al mar” (introducción). Centrándonos ya en una obra concreta. El CCS – Centro de coordinación y servicios del puerto exterior de Ferrol. A Coruña.

Situado en medio del mar, sobre el martillo del dique, abierto a las impresionantes vistas de la Ría de Ares, el primer reto que asume el edificio es, sin duda, de tipo paisajístico. Para darle respuesta se recurre a un repertorio formal basado en volúmenes puros que remiten a las formas propias de la construcción naval, integrándose en la geometría del propio dique.

La obra obtiene, en Londres, el premio Leading European Arquitects Forum 2011 (Emirates Glass LEAF Awards 2011) al mejor edificio público del año, junto con la Cité de L´Océan et du Surf de Steven Holl Architecs.

Desde el punto de vista funcional, el edificio acoge el programa de usos planteado por la Autoridad Portuaria, permitiendo desde sus plantas altas la vista perimetral total del puerto y de la ría. Los criterios básicos de diseño fueron:

1. EL EDIFICIO COMO CONTENEDOR

El edificio se concibe como un contenedor en el que los espacios de trabajo puede ser modificados en función de necesidades cambiantes en el tiempo, buscando la máxima flexibilidad. Para ello se concentran las comunicaciones verticales, aseos y patinillos de instalaciones en el espacio central de circulación, protegido de incendios, dejando libres las fachadas.

2. DIAFANIDAD Y TRANSPARENCIA

El espacio se proyecta diáfano, transparente y luminoso, en el que la permeabilidad visual es máxima, tanto al exterior como al interior. Para ello, se proyecta una fachada totalmente acristalada en todo su perímetro.

3. EFICIENCIA ENERGÉTICA

El edificio se proyecta energéticamente eficiente. Para ello se prevé un correcto aislamiento térmico y una completa protección solar en los paramentos en contacto con el exterior y un diseño específico de las instalaciones. Así, las partes ciegas de la fachada llevarán aislamiento contínuo, sin puentes térmicos, sobre los cantos de forjado. La carpintería exterior lleva doble acristalamiento de seguridad y cumple estrictas especificaciones en cuanto a permeabilidad al agua y al aire. El soleamiento sobre la fachada se controla con lamas brise–soleil, montadas en celosías contínuas. Los equipos de climatización son todos de tipo partido, con bomba de calor. La adopción de sistemas “free cooling” y “free heating” permite equilibrar el balance térmico con gasto energético reducido.

CERRAMIENTO DE FACHADA Y CARPINTERÍA EXTERIOR.

Se proyecta una envolvente de doble piel. La interior es el cerramiento de fachada propiamente dicho. La exterior cumple la función de protección solar, permitiendo a su vez las vistas.

La piel interior de la envolvente es una carpintería a base de perfiles de aluminio anodizado con cercos de 65 mm y 75 mm, recibida de suelo a techo, especialmente calculada a viento, con nariz de inercia de al menos 95 mm y con las máximas especificaciones para permeabilidad al agua y al aire (A3, E4, V4). Lleva rotura de puente térmico y doble acristalamiento de seguridad, formado por hoja exterior de vidrio 6 mm, cámara de 16 mm y hoja interior de vidrio laminar 4+4 mm.

El canto de los forjados se resuelve con un forrado a base de bandejas de panel sandwich de aluminio anodizado de 50 mm de espesor, con relleno de lana mineral de al menos 150 Kg/m3, atornilladas al precerco de las carpinterías. Fijadas al canto, y atravesando a estas bandejas por las juntas de montaje, se colocarán ménsulas de acero inoxidable para soporte de la piel exterior y la pasarela de mantenimiento.

La piel exterior está formada por módulos de celosías de lamas horizontales de al menos 25 cm de ancho, orientadas 30º, montadas sobre bastidores perimetrales, todo ello en aluminio anodizado. Entre ambas pieles, apoyando sobre las ménsulas, se monta una pasarela para limpieza y mantenimiento, a base de módulos constituídos por un perfil perimetral en L, y un tramex de polietileno.

CUBIERTA

El edificio tiene dos cubiertas: la superior, que es la terraza descubierta, y la inferior, que es la terraza cubierta de planta tercera, que se resuelve con una cubierta plana e invertida. En la cara superior del forjado se extiende una capa de pendiente con hormigón aligerado, rematada superficialmente por una capa de mortero de 3 cm de espesor y una imprimación asfáltica de al menos 300 gr/m2. Sobre ella se aplica una impermeabilización asfáltica bicapa adherida al soporte, formada por lámina de betún plastomérico APP con armadura de fibra de vidrio LBM-40-FV, lámina superior totalmente adherida de betún plastomérico APP con doble armadura de fieltro de poliéster y film de polietileno LBM-40-FP+PE.

Sobre la impermeabilización, aislamiento térmico a base de dos capas de poliestireno extruído tipo IV de 5 cm de espesor cada una (espesor total 10 cm) y capa separadora de poliéster, y capa de mortero de protección de 3 cm de espesor, armada con malla textil, sobre la que se monta el pavimento, dejando ocultos los sumideros para desagüe de pluviales. El pavimento es una tarima de madera de iroko, clase I, sobre rastreles, tratada con lasures. Las barandillas perimetrales se resuelven a base de perfilería de aluminio anodizado igual al del resto de la fachada. Entre los elementos de aluminio y acero se disponen bandas de neopreno para evitar el par galvánico.