Concurso para la reforma de la Cubierta del Estadio de Riazor
El estadio de Riazor ha sido durante toda su vida, y es en la actualidad, un hito urbano de primera magnitud y un elemento fundamental de la estructura urbana de la bahía del Orzán, jugando un papel decisivo en la configuración de la fachada marítima de la ciudad.
En efecto, ya desde el primer momento de su construcción, cuando se trasladó el primitivo campo de fútbol (entonces en el solar ocupado en la actualidad por el colegio de Las Esclavas) a su situación actual, convirtiéndose en estadio municipal, la consideración paisajística y su vista desde y hacia la ensenada del Orzán fue un criterio fundamental para su formalización y diseño.
Los cambios que se han ido acumulando a lo largo del tiempo, bien a través de las sucesivas reformas del estadio, o bien con la agregación de nuevos edificios con nuevos usos en su perímetro exterior (pabellón deportivo, piscinas, pistas deportivas, Casa del Agua), han generado sustanciales mejoras en el propio estadio y en el equipamiento deportivo de la ciudad. Pero han tenido como consecuencia una pérdida de imagen del conjunto, provocada por la heterogeneidad de formas y volúmenes, dentro de la cual el estadio acabó perdiendo un protagonismo que, indiscutiblemente tiene que recuperar.
La propuesta que aquí se presenta se ha realizado tras el estudio y análisis de las últimas realizaciones que en este campo de la arquitectura deportiva se han hecho en todo el mundo. Se pretende, por tanto, que el estadio de Riazor, emblema de la ciudad y campo del Real Club Deportivo de A Coruña, se convierta en un estadio en la línea de los más destacados terminados recientemente.
Es con ese criterio que se plantea la presente propuesta alternativa: que el estadio de Riazor adquiera una fuerte imagen que unifique, en primer lugar, la volumetría del propio estadio, que tenga como consecuencia la unificación en un conjunto más armónico de los volúmenes que lo rodean.
Para ello se propone un rotundo tratamiento de la piel exterior, que en una primera fase comprenderá la zona superior de las gradas, que es el contenido específico del concurso, pero dejando definido el tratamiento de la fachada completa para una fase posterior. La zona superior de las gradas, visible en todo su perímetro y especialmente por encima del pabellón deportivo, proporcionará desde el primer momento la unificación de la imagen y la recuperación del estadio como hito urbano, tanto en su vista desde el Orzán como desde las calles Manuel Murguía y Avenida de la Habana. La nueva piel que se propone es retroiluminable, y el estadio podrá presentar diferentes caras, pasando de una apariencia neutra cuando no esté en uso a una superficie totalmente iluminada con colores cambiantes.
A la vez que la imagen visual, se ha estudiado la propuesta desde el punto de vista técnico. En primer lugar, se ha estudiado la adecuación de la nueva piel (fachada y cubierta) a las estructuras proyectada y existente, con un análisis en profundidad de las soluciones constructivas y elección de materiales. En segundo lugar, se ha buscado mejorar la situación actual, en orden a dotar a la nueva cubierta del estadio de unas óptimas condiciones de accesibilidad, inspección, conservación y mantenimiento. Este mantenimiento se ha estudiado para las dos caras de la cubierta: la superior y la inferior, por donde se realizará también el mantenimiento de la estructura portante.
En estas condiciones, el estadio de Riazor renovado se convertirá en un edificio compacto, cerrado sobre sí mismo, centrado en la actividad que se desarrolle en su interior, que a la vez proyecta al exterior una potente imagen urbanística, realzada por las diferentes iluminaciones que podrán programarse según el evento que se desarrolle en su interior. En definitiva, un hito urbano que será imagen de la ciudad de A Coruña, un estadio para el siglo XXI en la línea de los estadios de última generación que se han realizado en todo el mundo.
En orden a conseguir lo enunciado anteriormente, se han adoptado los criterios básicos de diseño que se enumeran a continuación, junto con una descripción y justificación de la propuesta:
- Reajuste de la formalización de la cubierta, eliminando las irregularidades del perímetro exterior y las discontinuidades del perímetro interior, logrando una total unificación formal y volumétrica, con aleros continuos tanto al exterior como al interior y volumetría compacta.
- La cubierta será de panel simple de chapa metálica de acero autoportante, tipo Europerfil Euromodul 44 CS o similar, es decir, una cubierta específicamente adecuada al clima marítimo. Se instalará sistema antigaviotas, mediante cables y otros elementos normalizados que sean compatibles con las labores de mantenimiento. El color será preferiblemente claro (gris o blanco) para minimizar el efecto de las manchas ocasionadas por ellas. Un gran canalón de chapa metálica, continuo por todo el perímetro exterior, se encargará de la recogida de pluviales, que se almacenarán en aljibes para riego y limpieza. Las bajantes se adosarán a los pilares y quedarán ocultas a la vista desde la calle por la piel de fachada. En los puntos de la cubierta correspondientes a las cuatro esquinas del campo se instalarán las plataformas para el sistema de SKYCAM. La ejecución de la cubierta se cuidará especialmente, en cuanto a la resistencia a succión de viento, estanqueidad, oxidación de anclajes, evitación de par galvánico (tornillería, juntas de teflón, etc).
- El número de lucernarios se reduce a la mitad, reduciendo así la longitud de encuentros entre distintos materiales (chapa-policarbonato). La iluminación cenital se mantiene, en todo caso, entendiendo que la propuesta es más que suficiente. El material translúcido será de policarbonato celular tipo Danpalon 30 Multipanel o similar, también específicamente adecuado al clima marítimo y con las prestaciones máximas que se le pueden exigir a este material en cuanto a translucidez, resistencia a los rayos UVA, etc. En los extremos de las bandas de policarbonato más alejados del espacio abierto, es decir los que están más cercanos a la zona alta de las gradas, se colocará un tipo especial de lucernario tipo Sunoptics de Lledó o similar, que aumenta la transmisión de la luz natural, difuminándola y evitando la concentración directa de la luz sobre una zona. Con ellos se mejora sustancialmente la zona más alta de las gradas, que es la más “oscura”, es decir, la más necesitada de luz natural y la zona en que la iluminación cenital puede resultar más molesta, por la cercanía al lucernario.
- Total y completa accesibilidad de la cara superior de la cubierta para labores de inspección, mantenimiento y reparación. Consta de los siguientes elementos: a) Salidas a cubierta (exutorios), a razón de dos por cada grada (tribuna, preferencia, maratón y pabellón). A los exutorios se llega desde escaleras metálicas fijadas a pilares de la estructura. b) Una pasarela continua de tramex dispuesta sobre el canalón perimetral exterior ya descrito, sin interferir en los encuentros con la cubierta. Protege al propio canalón contra el granizo y posibles atascos y permite la inspección general sin tener que pisar la cubierta de chapa. Está dotada con barandilla y línea de vida, que se prolonga hasta los exutorios, según se puede apreciar en los planos. c) El hecho de que la cubierta sea de chapa metálica la hace visitable en su totalidad, para las labores esporádicas de limpieza, mantenimiento y reparación.
- Total y completa accesibilidad de la cara inferior de la cubierta y de la estructura metálica portante, para labores de inspección, mantenimiento y reparación. En el caso de las gradas de tribuna y preferencia, se adopta el sistema ya previsto en el proyecto de la nueva estructura, que consta de una pasarela en cada viga de celosía principal y una pasarela continua en el borde interior del voladizo. Esta última también sirve para registrabilidad y mantenimiento del sistema de iluminación artificial del campo de fútbol.
En el caso de las gradas de maratón y pabellón, en donde se mantiene la estructura actual, se adopta la pasarela continua existente en el borde del voladizo, en continuidad con la de las otras dos gradas, también dándole servicio a la iluminación del campo. Para la accesibilidad completa de la estructura actual, de malla espacial y carente hasta ahora de medios para su inspección, se utilizará una pasarela móvil de la longitud total del voladizo de la grada, fijada a la estructura y desplazable mediante un sistema de grúa suspendida (BOGIE). Esta pasarela móvil será montada y utilizada en fase de obra para las labores de reparación y refuerzo de la estructura espacial actual y constará de una pasarela de 120 cm de anchura y dos voladizos (uno a cada lado) de 60 cm cada uno. En estas condiciones se dispondrá de una plataforma de trabajo de 240 cm de anchura, desplazable por toda la superficie de a estructura espacial. Una vez terminada la obra, se retirarán los voladizos, quedando como equipamiento fijo del estadio la pasarela de 120 cm, que garantizará la accesibilidad a toda la estructura de ambas gradas.
- La dotación para la inspección de la cara inferior de la cubierta y la estructura portante se completa con un sistema de cámaras automatizadas tipo SIMA o similar, que circulan colgadas de cables dispuestos a lo largo de cada una de las gradas. El sistema se fija a la estructura de cada grada.
- Planteamiento de una nueva piel de fachada ligera, fijada a una estructura portante auxiliar que será sujetada a su vez en los pilares existentes. El material propuesto es el ETFE (Etileno-Tetrafluoretileno), uno de los más innovadores de la arquitectura actual, debido a su durabilidad, versatilidad, propiedades y ligereza. Se trata de un material que, a pesar de su novedad, ya ha sido largamente instalado en obras de gran relevancia, y por tanto suficientemente testado desde hace 25 años.
La nueva piel se colocará en toda la fachada exterior del estadio (una primera fase la parte alta, contemplada en el concurso, y una segunda fase el resto de la fachada). También se colocará en el frente interior del voladizo perimetral al campo de fútbol, de manera que el sistema de iluminación artificial queda integrado discretamente en el mismo.